A simple vista, tienen un aspecto similar al de los humanos. Sin embargo, si te acercas, descubrirás que se trata de una criatura peligrosa y agresiva que ataca en cuanto te detecta.
Suelen ir en grupo y habitan en lugares oscuros y edificios abandonados. Se comportan como los simios y suelen usar los escombros que tienen a mano como armas rudimentarias.
No te acerques a ellos y mátalos de forma silenciosa para evitar verte rodeado.