Un enemigo ciego, que por grande y fuerte que sea, no debería ser una amenaza para un superviviente experimentado...
A menos que el enemigo tenga otros sentidos para compensar, como es el caso de los Invidentes. Su olfato y oído se perfeccionan con extrema nitidez, lo que les permite encontrar hasta las presas más furtivas en las ruinas heladas de Novosibirsk donde viven.