"¡NO TE PREOCUPES, HOMBRE, TODO IRÁ BIEN!"
Antes del Juicio Final, Sam formaba parte de la guardia de la embajada estadounidense en Moscú, y ahora es el guardaespaldas personal de Miller.
El resto del equipo lo adora, tanto por su optimismo infinito como por sus inigualables habilidades de combate. Si Sam protege la Aurora, sabes que la base de operaciones está en buenas manos.
Cuando se entera de que podría haber vida más allá de Moscú, empieza a soñar con visitar su tierra natal alguna vez.